La palma mexicana: un recurso exportable

La palma mexicana: un recurso exportable

Las hojas de palma son un recurso forestal no maderable ubicado en los tres ecosistemas forestales: bosques, selvas y zonas áridas. Desde 1997 cuenta con una norma oficial publicada en el Diario oficial de la federación en donde se establecen los criterios y límites para realizar aprovechamiento de las hojas de palma de manera sustentable.

En comunidades de Oaxaca y Chiapas, la palma es una materia prima que permite evitar la migración de los habitantes de la región; quienes permanecen ahí para realizar actividades económicas que también son artesanías tradicionales y milenarias.

Con una técnica heredada desde la época en que los grupos indígenas prehispánicos se mantenían libres del imperio español, pero sometidos por el imperio azteca, los productos elaborados con la hoja de palma han logrado subsistir hasta la actualidad.

Esteban Atengueño Zapoteco del ejido La Esperanza, ubicado en Mártir de Cuilapan en Guerrero, forma parte de una comunidad integrada por 60 personas que dedican sus actividades al aprovechamiento forestal. Presentes durante la Expo Forestal 2016 y en entrevista para Ecohistorias,  afirma que debido a la dificultad para encontrar oportunidades económicas redituables dentro de un sistema que tiene a la producción masiva y sintética, en la montaña encuentran “la materia prima y sólo nos cuesta ir por ella al campo, seleccionarla y de ahí nace la artesanía”.

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Esteban Atengueño, del ejido La Esperanza de Guerrero en la Expo Forestal 2016

En los procesos de búsqueda de palmas, ubican aquellas que cuentan con 60 a 80 cm. de largo, ya que son a que les brindará mayor calidad para elaborar petates, sombreros, collares, carteras, monederos, bolsas y lámparas.

Con este recurso de la naturaleza, la comunidad de Esteban, tiene la responsabilidad de cuidarla de incendios y limpiarla para que reciba ventilación y así pueda respirar y crecer. Posterior a los procesos de recolección y traslado, es momento de hervir y cortar, para finalmente tejer y crear.

En cuanto al tiempo que tardan a realizar sus artesanías, Esteban explica que el tejido de un sombrero tarda 3 a 4 horas, los monederos 1 hora y que sólo para las carteras se utiliza una máquina; lo demás es labrado con sus propias manos.

La producción de palma en el estado de Chiapas también se hizo presente durante la Expo Forestal 2016. Dimas Landa, habitante de la comunidad de San Antonio, en Pijijiapan, dio a conocer su modelo de producción sustentable con lo que forma parte de uno de los 4 ejidos que exportan palma, para su uso ornamental, hacia Estados Unidos y próximamente hacia Japón.

El ejido de San Antonio se encuentra dentro La Sepultura, reserva en donde se llevará a cabo el convenio entre la Comisión Nacional Forestal y la Comisión Nacional de Áreas Protegidas para continuar con las prácticas de aprovechamiento forestal sustentable.

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Dimas Landa, del ejido de San Antonio en Chiapas, presente en la Expo Forestal 2016

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