Mixquic y la producción agroecológica de hortalizas en CDMX

San Andrés Mixquic es uno de los 7 de pueblos originarios de la alcaldía Tláhuac. El lugar de quien cuida el agua, por su traducción del nahuatl, es también un espacio donde ocurre una de las tradiciones más representativas en el marco de día de muertos: la noche de la alumbrada.

Desde el camposanto se acompaña de danzas prehispánicas, ofrendas y presentaciones artísticas que atraen a miles de turistas curiosos por observar ese punto de encuentro entre la vida y la muerte. En los últimos años, no son sólo cámaras fotográficas sino de transmisión televisiva, las que se posan en lugares que capturan la intimidad de las personas desde la alumbrada. Momentos incómodos para una población que lleva a cabo una práctica ritual tan introspectiva como colectiva.

Mario Galicia, productor de hortalizas en el ejido Mixquic

La siembra y cultivos agroecológicos de temporal

Pero el resto del año, la vida en Mixquic está marcada por el pulso de la producción agroecológica. En su ejido se siembran cultivos de temporada, “el más importante y que recorre prácticamente todos los rincones de México, es el romerito”, cuenta el productor Mario Galicia a los asistentes a un grupo ciclista que tocó base en el ejido de más de 700 hectáreas para conocer sobre experiencias de producción en el suelo de conservación de Tláhuac.

Pero además de esta hierba comestible, en Mixquic también se cosechan calabazas, brócoli, verdolagas, apio, lechugas, espinaca, y claro, la flor de cempasuchitl. Todos estos cultivos de forma libre de químicos y pesticidas, con abonos orgánicos y semillas recolectadas.

A un costado del panteón, donde se desarrolla la tradicional alumbrada, el segundo fin de semana del mes de octubre, se llevó a cabo la Segunda Feria de la Hortaliza. Ahí, productoras y productores pusieron a la venta verduras, vegetales y quelites sobre las carretas, conocidas también como toritos. Además, los alimentos preparados fueron parte importante de este espacio de socialización de la más que pertinente labor de productores agroecológicos.

Los límites del crecimiento

En el trayecto, la rodada ciclista pasó junto a la Laguna de Xico, una Área Natural Protegida del Estado de México con categoría de Parque Estatal que resulta ser parte del remanente del Lago de Chalco y del sistema lacustre de la antigua Tenochtitlán. En la actualidad es el hábitat de más de 139 especies de aves migratorias y residentes.

De acuerdo al estudio “Riesgo, vulnerabilidad y cambio climático en suelo de conservación ecológica en la CDMX” de María G. Méndez, el humedal de Tláhuac tiene una superficie total de 2 327.8 hectáreas que incluyen el espejo de agua y zonas agrícolas chinamperas; juntas forman parte del territorio declarado en 1987 por la Unesco como Patrimonio Mundial, Natural y Cultural de la Humanidad.

El suelo de conservación de la Ciudad de México comprende más del 50 % de su territorio total; además de los bosques de alta montaña, parques y jardines, los humedales comprenden aproximadamente 3 mil hectáreas de las alcaldías Tláhuac, Xochimilco y Milpa Alta.

Aunque hay una urgente necesidad de garantizar el óptimo estado de los humedales, la presión a la que están sometidos es severa. El crecimiento urbano, los carteles inmobiliarios y los planteamientos que carecen enfoques acordes a las realidades de los territorios, y que no hacen frente a la gentrificación, en el Plan General de Desarrollo y en el Programa General de Ordenamiento Territorial para la Ciudad de México, podrían dejar estas zonas aún más vulnerables.

Mapa extraído del estudio “Riesgo, vulnerabilidad y cambio climático en suelo de conservación ecológica en la CDMX” de María G. Méndez

Por: Ana Herrera

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